Parlamento aprueba disminución de velocidad máxima

Ayer se estableció un nuevo hito en las demandas históricas de agrupaciones ciclistas: El parlamento aprobó la disminución de velocidad máxima de circulación permitida en zonas urbanas a 50 km/h. (actualmente 60km/h)Esta medida es un complemento a la modificación de la Ley de Tránsito, denominada “Ley de Convivencia Vial“, que establece nuevas regulaciones y aclara ciertos artículos que se prestaban para mala interpretación respecto a los espacios para circulación de vehículos motorizados, bicicletas, peatones, etc.
Si bien la reducción a 50km/h es sólo un paso atrás en el tiempo, valoramos que es una señal adecuada para seguir construyendo.


Datos:

  • Durante el año 2017, se registraron en el país 94.879 siniestros de tránsito, dejando como consecuencia a 1.483 fallecidos y 62.171 lesionados de distintas consideraciones.
  • Durante el 2017, el 28% de las víctimas fatales se debió a velocidad imprudente o la pérdida de control del vehículo, lo que corresponde a 419 fallecidos.
  • La velocidad se establece como la primera causa de muerte en accidentes de tránsito en 2017.
  • El año 2017 se registraron además 8.067 siniestros de tránsito por esta causa y un total de 8.491 lesionados.
  • Durante la última década, la “velocidad imprudente y pérdida de control del vehículo” fue la primera causa de muerte en siniestros de tránsito con 4.454 fallecidos en total.

Fuente: CONASET

Hoy la velocidad promedio de los vehículos motorizados no supera los 22 km/h en ciudad, incluyendo Santiago, Viña y Concepción, utilizando autopistas urbanas inclusive, siendo irrelevante acelerar sobre 50 km/h para llegar antes a destino.
Solo un 20% de los viajes urbanos se realiza en vehículo motorizado particular y dura menos de dos horas al día. La mayoría somos peatones el resto de la jornada. Hoy el 50% de los muertos en accidentes de tránsito son peatones atropellados.
A 2030 se estima que la 1ra causa de muerte serán los accidentes de tránsito, y que cada chileno sufrirá la muerte de al menos un familiar por esta causa.

“Del dicho, al hecho…”

Todos sabemos que en la actualidad ni siquiera se respeta la velocidad máxima (60 km/h) y no existe fiscalización. Como también lo hemos señalado en más de una oportunidad (Canal13 o El Ciudadano), para que la Ley no sea letra muerta es necesario tomar decisiones políticas para garantizar la fiscalización y educación.

Desde el 2014 que duerme en el congreso el “Proyecto CATI” (Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones por Exceso de Velocidad), históricamente conocido como “fotorradares“. La discusión y aprobación de este proyecto permitiría un mayor control sobre los excesos de velocidad. Además se debe dotar a Carabineros con radares para hacer controles en distintas calles de nuestras ciudades.

Por otro lado, el “Proyecto de Convivencia Vial”  vuelve a recalcar que los colegios deben implementar educación vial. Es de esperar que se trabaje en un plan que se implemente a lo largo de todos los años de escolaridad, desarrollando en niños y niñas las habilidades de conducción de vehículos motorizados y no motorizados y además la capacidad de empatizar con las demás personas que utilizan el espacio público. Clave es que en los colegios vuelva la ‘educación cívica’ que incluya vialidad.

 

El riesgo de muerte por atropello a 60 k/h casi alcanza un 100%, mientras a 50 k/h el riesgo disminuye a 50%.

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