[Archivo] EMV: Panel Género, Movilidad y Diversidad

El panel de género del Encuentro estuvo compuesto por cinco interesantes invitadas que compartieron acerca de las diferencias en movilidad y las tensiones que debemos superar en esta materia. Se destaca la necesidad de relevar y resolver los problemas con una perspectiva feminista que sea capaz de dar respuesta a los cambios sociales que la sociedad requiere. La movilidad del cuidado -a cargo de las mujeres- y la gran cantidad que viajes que ella motiva es una realidad potente para repensar cómo estudiamos/investigamos/comprendemos la movilidad, planteó Paola Jirón; el repaso histórico de la participación de la mujer en el mundo del ciclismo que presentó Ariela Muñoz; Gabriela García y Pilar Medina compartieron su lucha como mujeres lesbianas y cómo su orientación sexual marcan sus relaciones en y con el espacio público; y finalmente María José Guerrero destacó la importancia de ver el problema del acoso callejero con una perspectiva feminista y no de género, en consecuencia, poner en evidencia la división sexual del trabajo y entender que la movilidad también es diferente entre las mujeres y los hombres. Todas ponencias muy enriquecedoras que ofrecen material para pensar en cómo mejoramos los espacios de la ciudad y la forma de construir una comunidad integradora que acoja la diferencia y la diversidad.

PAOLA JIRÓN, académica U de Chile, responsable del proyecto Santiago se Mueve, directora INVI.

“Las personas generan miles de estrategias para poder moverse, en el caso de las mujeres con una interconexión permanente a distancia para saber cómo están los niños o la persona que está en casa, también están los soportes de movilidad en la cadena de cuidado; los viajes multipropósitos y el estrés del viaje: “voy a buscar a los niños, después voy al supermercado, después paso a comprar el regalo para llegar a la fiesta” y el estrés que genera esa movilidad.

Otro punto es la falsa independencia que se puede generar cuando a la mujer se le compra un auto y empieza a manejar, porque tiende a trasladar a los otros. En Santiago se asume que los principales motivos de viaje son por trabajo y estudio, sin embargo, cuando sumamos las categorías de compras, ocio, paseo, acompañar, visitar, etc, se tiene que la movilidad del cuidado es mucho más importante que el destino estudio. La adecuación de los horarios de trabajo, lo que vemos en nuestro estudio es que generalmente las personas que adecúan sus horarios y rutinas laborales son las mujeres que empiezan a salir más temprano o a llegar más tarde al trabajo. La forma en que hacemos este tipo de estudio es etnográfico, seguimos a las personas en sus vidas cotidianas y tratando de comprender sus experiencias de viaje, en www.santiagosemueve.cl pueden encontrar más información.”


ARIELA MUÑOZ, periodista, integrante de ONG Más Cleta y panelista en “La comunidad del contenido” de TVU de Concepción.

“El ciclismo ha emancipado a la mujer que hasta fines del siglo XIX no se subía a la bicicleta por una serie de prejuicios médicos como por ejemplo que montar en bici podría provocar infertilidad y otros tantos prejuicios morales como que las mujeres podrían masturbarse con el sillín, o la ‘imagen masculina’ que se atribuye al uso de la bicicleta, así como también otorgaba independencia social, ya que las mujeres no dependían de la asistencia de los varones de la familia durante los trayectos. Es así como pensadoras como Susan Anthony promueve el voto femenino y el uso de la bicicleta, sosteniendo que ella ha emancipado a muchas mujeres en el mundo (…) Con los años llegó la revolución del vestuario; de independencia de movilidad y de independencia moral; el ciclismo deportivo abrió competencias femeninas y comenzaron a caer los constructos sociales que cuestionan el uso de la bici por la mujer, sin embargo, la sensación de miedo y la violencia hacia la mujer en el espacio público es un tema a trabajar en movilidad (…)”

www.youtube.com/watch?v=2jascoV_Owk


GABRIELA GARCÍA y PILAR MEDINA, activistas de la Organización lésbica VisiBLES.

Organización existente desde el 2014, trabajan para visibilizar a las mujeres lesbianas y también que están más desprotegidas legalmente en instancias vitales.

– Pilar “(…) las mujeres siempre hemos estado relegadas en relación a los hombres siendo la hija de, la mamá de, la esposa de, entonces como lesbianas estamos en una situación de doble invisbilización porque somos mujeres y no nos vinculamos sexo afectivamente  con hombres y esto nos deja más fuera aún de este sistema heteropatriarcal en el que vivimos (…)”

– Gabriela “(…) luchamos por una sociedad sin discriminación que incluye el espacio público en términos generales (…) cómo el espacio público siempre ha sido súper amenazante para nosotras desde que nacimos porque somos mujeres y desde que nos dimos cuenta que éramos lesbianas. Porque el acoso se vive tanto en el interno por no ser lo que la sociedad espera que seamos y en lo externo con mucha violencia que va desde la discriminación, la falta de oportunidades, falta de leyes, falta de políticas públicas, hasta los crímenes de odio por nuestra orientación sexual y además como hijas del heteropatriarcado nos cuesta mucho salir a lo público porque como mujeres y como lesbianas hemos sido criadas desde este temor a usar y visibilizarnos en el espacio público.”

– Pilar “Los espacios públicos como la calle, la micro, metro, los parques, etc, no son simples lugares donde habitamos y nos movemos, sino que son “escenarios” donde constantemente tenemos que tomar decisiones sobre si exponemos o no nuestra orientación, es decir, te das la mano o no con tu pareja; te abrazas o no; te besas o no. También está exponer tu orientación y las diversas expresiones de género. Hay un variopinto de lesbianas y también de mujeres que se adaptan al estereotipo de lo femenino y también tiene que ver con las mujeres que desbordan los límites de la feminidad y que muchas veces se acercan a la visualidad de un hombre, también se exponen en estos espacios a mostrarse tal como son, ya que los crímenes de odio afectan particularmente a estas chicas que son “menos femeninas”. El crimen de Nicole Saavedra en Limache fue muy brutal, con niveles de crueldad mayores que los de Daniel Zamudio, pero así finalmente también ahí nos cae el ser mujeres: tenemos menos cobertura en los medios, tampoco hay una ley que se haya generado a partir de este caso, es más, la causa está detenida, incluso teniendo el dato que los crímenes de odio hacia mujeres lesbianas han sido reiterados en la zona.

El espacio público entonces no es sólo estar y moverse, sino que como mujeres lesbianas es también tomar decisiones todo el tiempo y evaluando los niveles de riesgo y de tolerancia/ intolerancia que existen en esos lugares. Los espacios y los medios de movilización que tenemos como el transporte público son intimidantes porque son lugares que te aprietan, te pegan a otros, te juzgan, y sobre los cuales no tenemos libertad de uso. En ese sentido, la bicicleta otorga mayor libertad y te libera de la mira juzgadora de otros.”

– Gabriela “(…) en las masas no se dan estos cruces que estamos haciendo ahora de movilidad, género y diversidad, porque lo importante no es saber cómo se mueven las bicicletas, sino que saber cómo se mueven las personas, y hacer estos cruces sirven para repensar la ciudad y a vida. Queremos poner en la agenda las necesidades de esta población. Para nosotras el espacio público es un desafío todavía y depende de nosotros hacerlo diferente y habitarlo, moverse con soltura (…)”


MARÍA JOSÉ GUERRERO, socióloga, encargada de estudios OCAC Chile.

“(…) Las violencias sexuales en movilidad y espacio público como un continuo que nos forma constantemente el modo de usar el espacio público. Comenzaron los desplazamientos marcados por el género. El ser lesbianas sí es una forma distinta de generar también violencia sexual, tipos de acoso callejero. El acoso callejero es cualquier tipo de práctica que tuviera una connotación sexual ya sea explícita o implícita que ocurre en los espacios públicos con un carácter unidireccional entre desconocidos y que tiene el potencial de generar malestar. La connotación sexual tiene que ver con el cuerpo, la mayor parte del acoso se produce en los medios de transporte como el taxí, el metro, la micro, es una situación que te forma dada la cantidad de veces que se repiten a lo largo de la vida de las mujeres. Forma el cuerpo en el espacio público y su percepción de él. Entonces en este contexto y pensando que hay un tema de movilidad desde una perspectiva de género donde las mujeres son quienes más usan el transporte público, las experiencias de viajes de las mujeres son diferentes de la de los hombres. El problema es que si lo vemos desde una perspectiva de género y no de una feminista vamos a hacer buses para mujeres que andan con niños, sin entender que es necesario poner en evidencia la división sexual del trabajo, esta división sexual de los cuidados que se adosan a las mujeres (…) lo que en términos de movilidad se hace más precario, no es un tema de cambiar el transporte, sino que modificar las relaciones de género previas que existen para poder hacer efectivamente medios de transportes que sean para una persona no hombre o una mujer que anda con niños, que anda con un coche, es necesario generar esta visibilidad (…) El espacio público está reproduciendo la hostilidad para devolverte o mantenerte en tu lugar (…) es necesario evidenciar estos tipos de fenómenos y problematizarlos en conjunto, relacionarlos, y de este modo lograr hacer un cambio social, el urbanismo tiene que hablar con el género, con la política, con la economía (…)

Pensemos en los vagones separados, dividiendo el espacio público y se sigue con la concepción sobre que lo que a ti te pase es tu responsabilidad, porque teniendo estas opciones tus escoges exponerte si vas a hacerlo en este vagón o en este otro. El problema no es de espacio, porque yo voy tan hacinada como el compañero que va al lado y de casualidad no le agarro el pelo, o se evidencia como un problema de hormonas (…)

www.youtube.com/watch?v=8hO7lEsY4IA

Breve reflexión final

A modo de conclusión, las panelistas expusieron problemáticas relevantes para proponer un análisis de la movilidad en mujeres, con las rutinas y dinámicas asociadas al género, la percepción y relación del otro con la diversidad y su expresión -o no- en el espació público, la presencia o ausencia de mujeres en el mundo público y la calidad de esa presencia, o las prácticas de violencia hacia la mujer en la calle o en el transporte público, son temas que pueden ser abordados desde una perspectiva multidisciplinar que sea capaz de propiciar los cambios necesarios para un mejor ser y estar en el mundo.

Por: Marcela Lladó


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